Las disfunciones sexuales son problemas que afectan al deseo, la excitación, el orgasmo o el dolor durante las relaciones sexuales. Estos problemas pueden tener causas físicas, psicológicas o relacionales, y pueden afectar tanto a hombres como a mujeres, independientemente de su edad, orientación o identidad sexual. ¿Cómo podemos prevenir y tratar las disfunciones sexuales más comunes? Aquí te damos algunos consejos:
- Consulta a un médico. Algunas disfunciones sexuales pueden estar relacionadas con enfermedades, medicamentos, hormonas, infecciones o lesiones que requieren una atención médica adecuada. Por eso, es importante consultar a un médico si se presentan síntomas como dolor, sangrado, falta de erección, eyaculación precoz o retardada, sequedad vaginal, incontinencia urinaria o fecal, o cualquier otro problema físico que afecte a la sexualidad. El médico podrá hacer un diagnóstico, descartar posibles causas orgánicas, y recomendar un tratamiento farmacológico o quirúrgico si fuera necesario.
- Consulta a un psicólogo o sexólogo. Muchas disfunciones sexuales tienen un origen psicológico, como el estrés, la ansiedad, la depresión, el miedo, la culpa, el trauma, la baja autoestima, o los problemas de pareja. Estos factores pueden interferir en el deseo, la excitación, el orgasmo o el placer sexual, generando insatisfacción, frustración y malestar. Por eso, es importante consultar a un psicólogo o sexólogo si se presentan dificultades emocionales, cognitivas o relacionales que afecten a la sexualidad. El psicólogo o sexólogo podrá hacer una evaluación, identificar las posibles causas psicológicas, y ofrecer una terapia individual, de pareja o de grupo, según el caso, para ayudar a superar los obstáculos y mejorar la calidad de vida sexual.
- Informate y educa tu sexualidad. Muchas disfunciones sexuales se deben a la falta de información, la desinformación, o la educación sexual basada en mitos, tabúes, prejuicios o estereotipos. Estos factores pueden generar falsas expectativas, creencias erróneas, actitudes negativas, o conductas inadecuadas que afecten a la sexualidad. Por eso, es importante informarse y educar la sexualidad de forma positiva, científica, diversa y respetuosa. Para ello, se puede recurrir a fuentes fiables, como libros, revistas, páginas web, podcasts, o talleres, que ofrezcan información veraz, actualizada y adaptada a cada etapa de la vida. También se puede consultar a profesionales especializados, como médicos, psicólogos, sexólogos, o educadores sexuales, que puedan resolver dudas, orientar, y asesorar sobre la sexualidad.
- Comunica y negocia con tu pareja. La comunicación y la negociación son claves para el buen funcionamiento de una relación de pareja, y también para la sexualidad. Sin embargo, muchas veces se evita hablar de sexo, se ocultan los problemas, o se imponen las preferencias de uno sobre las del otro. Estas actitudes pueden generar conflictos, malentendidos, resentimientos, o insatisfacción sexual. Por eso, es importante comunicar y negociar con la pareja sobre la sexualidad, expresando los sentimientos, las necesidades, los deseos, los gustos, los límites, y las fantasías de cada uno, y escuchando, respetando, y consensuando los de la otra persona. Así se podrá crear un clima de confianza, complicidad, y armonía sexual.
- Explora y disfruta de tu sexualidad. La sexualidad es una parte integral de la persona, que abarca el cuerpo, la mente, y las emociones. Por eso, es importante explorar y disfrutar de la sexualidad, tanto a nivel individual como en pareja, sin presiones, culpas, ni vergüenzas. Para ello, se puede recurrir a la masturbación, el autoerotismo, los juegos, los juguetes, las fantasías, o cualquier otra práctica que sea placentera, segura, y consensuada. Así se podrá conocer mejor el propio cuerpo, las propias sensaciones, y las propias reacciones, y se podrá mejorar la capacidad de dar y recibir placer sexual.
Espero que estos consejos te sean útiles. Recuerda que estos artículos no pretenden sustituir una consulta profesional y que se recomienda acudir a un psicólogo o sexólogo para que te asesore sobre el tema. Si tienes alguna otra pregunta o solicitud, no dudes en preguntarme. Estaré encantado de ayudarte. 😊